El
Condensado de Bose- Einstein existió
en el laboratorio del Instituto nacional de Estándares y Tecnología, a la vista
de sus creadores y de una cámara de vídeo, durante quince
minutos, hasta que se derritió, de allí el nombre humorístico de “cubo de hielo
cuántico¨.
Quienes
lo vieron dijeron que recordaba a una cereza con una picadura de insecto, salvo
que su diámetro es de dos cien millonésimas de milímetro.
Para
crearlo, los doctores Eric Cornell y Carl Wieman se valieron de una
nube de átomos de rubidio, cuya temperatura se bajó mediante la aplicación de
una técnica conocida como enfriamiento láser y de dos campos magnéticos.
Ello
produjo una temperatura que nunca antes se había alcanzado en ningún
laboratorio del mundo: 180 grados Nano kelvin (nK) o, lo que es lo
mismo, una mil millonésima de grados por encima del cero absoluto.(-270°C)
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